20/4/08

Vacaciones bajo el mar

María, Sara y Vanesa eran unas niñas normales y corrientes, de 11 años, más o menos. Les gustaba jugar, cantar y bailar. María era de tez clara y pelo castaño oscuro, tirando a negro, igual que Sara. Solo se diferenciaban en el corte de pelo y en los ojos. Y en que el pelo de Sara era mucho más moreno, no castaño. María lo tenía más largo y tenía los ojos marrones y grandes y Sara tenía mucho flequillo, además de los ojos verdes. En cambio, Vanesa era rubia, con el pelo sin capear, a diferencia que Sara y Laura, y tenía los ojos marrones y muy bonitos. Eran muy buenas amigas, en especial Sara y Vanesa, de mote las inseparables. Un buen día se fueron de vacaciones a Benidorm, todas juntas, en Valencia, de vacaciones. Cuando el viaje, en el avión, después de beber unos zumos, las tres tuvieron el mismo sueño, un sueño muy raro: “Soñaron que estaban en el fondo del mar, bajo el agua, donde encontraron una cueva de oro. La luz que llegaba del exterior, muy poca, por cierto, hacía reflejar algo que parecían diamantes y piedras preciosas. Entraron poco a poco y, ya dentro, vieron una luz, y, prácticamente sin poder evitarlo fueron hacia ella... Parecía que no tuviesen voluntad…” ¡¡Booom!! -Pasajeros, bajen del avión. Gracias. Cuando se durmieron, ya en el hotel, volvieron a soñar lo mismo otra vez. ¿Que podría significar? No lo sabían. Además siempre se despertaban antes de saber que era esa luz… * * * En el fondo del agua, en un campo de anémonas al lado de un precipicio, se encontraba la reina del mar, que en realidad era una bruja que había matado a la verdadera reina. -Nadie conseguirá deshacer mi plan. ¡Has oído, Poseidón! ¡NADIE! Al día siguiente se fueron a la playa a bañarse, dejando a sus padres en el balneario de Marina´dor, junto con sus hermanos. Pero cuando se metieron en el agua... Las algas se movían, les enredaron las piernas a las tres y las arrastraban mar adentro. Y cuando el agua las cubrió enteras se desmayaron, pensando que se estaban muriendo... Cuando despertaron se dieron cuenta de que... ¡Estaban diferentes! En vez de pies tenían cola. ¡Ahora eran sirenas! Al lado de ellas estaba el hada Nenúfar. Daba la impresión de que estaba hecha de algas y corales, pero tenía un aire a Nenúfar. Les dijo: -Probablemente no lo sepáis, pero sois las Tres Elegidas. Si no os hubiese traído hasta aquí y convertido en sirenas, os hubiese matado un tiburón, mandado por la bruja malvada, que se cree la reina del agua por haber matado a la verdadera reina. Y desapareció dejando en su anterior sitio algas marinas, corales y un gran nenúfar. En ese momento apareció un caballito de mar. -Me llamaba Sivánir, pero ahora soy Caball. -¿Nos puedes decir algo de la bruja malvada? -Tres pistas: Para ir a "su" palacio debéis ir siempre al sur, cada una tiene un don que la bruja no tiene y tenéis un tiempo límite para acabar con ella. Mi regalo es esta brújula. -Por ayudarnos-dijo Sara- vendrás con nosotras. Al poco se encontraron con un pez payaso. -Yo soy Sonriente, pero antes me llamaba Micardi. -¿Nos puedes hablar de la bruja? -Tres pistas: Os queda una hora para matarla, el poder de Vanesa es el de hacer reír hasta a una roca y el de Sara el de detectar cosas, personas y soluciones lógicas. Mi regalo es este cronómetro. -¿Vienes con nosotros -preguntó Vanesa-? Estaban a punto de llegar, cuando apareció un delfín. -¿Qué queréis, damiselas sirenas? Soy Soñato, antes Amador. -¿Nos puedes contar algo de "ella"? -Tres pistas: solo se la puede matar clavándole un puñal mágico en el "corazón", echándole a su poción los polvos de la vida y el poder de Laura es el de mover cosas. Mi regalo es el puñal mágico. -Ven tú también -pidió María. Sin ni siquiera darse cuenta, su visión se había hecho realidad: delante de ellos había una cueva de oro macizo incrustada en diamantes, entraron y fueron hacia la luz... Allí estaba la bruja, removiendo un líquido. Parecía una anémona. -Bien. Solo me falta una escama de sirena... -Pues no nos vas a quitar ni una -dijeron al unísono-. Y la bruja, con su varita, hizo desaparecer la poción. Sin darse ni cuenta, Vanesa hizo reír sin parar a la maldita bruja. Mientras, Sara buscó, sin moverse, los polvos de la vida y la poción, y se lo dijo a Laura. Ella, con un simple movimiento de mano atrajo la poción y los polvos, los basculó y los mezcló en el cazo. Cuando Vanesa paró, Laura, sin darle tiempo ni a pensar, le lanzó a la bruja el puñal, directo al corazón. Seguidamente, hubo una explosión, y el cronómetro empezó a pitar. ¿Habría sido demasiado tarde? No. ¡Había desaparecido! Caball, Sonriente y Soñato bascularon el cazo con la nueva mezcla y respiraron todos un poquito. Pero tenían que irse. Era ya la hora de comer.Sus amigos los acompañaron hasta la superficie.En cuanto tocaron el aire se convirtieron todos en personas. Ahora eran Laura, Vanesa, Sara, Sivánir, Micardi y Amador. Ellos dijeron:-Fuimos víctimas de la bruja malvada. Ahora la reina del agua será Hada Nenúfar.- Pero... -preguntó Laura- ¿Que pasará cuando volvamos a tocar el agua?- Si queremos -Contó Sivánir-, nos volveremos a convertir, si no queremos, no.No hubo despedida. ¡Fueron todos juntos! Se habían hecho tan amigos...Ellos fueron al colegio de ellas, y todos felices.¡Lo que no saben es que aún van a vivir muchas más aventuras!